“El SAT ha tenido dos avances importantes en los años recientes: con las instituciones, al trabajar de manera conjunta en la prevención; y la confianza de las comunidades, que reciben a la Defensoría con afecto, amor y cariño porque es una institución en la que creen y sienten confianza para hacer las denuncias”.

“Además de los encuentros macrorregionales con los analistas del Sistema de Alertas Tempranas, SAT, como Defensor del Pueblo, en las misiones humanitarias realizadas por todo el país, mantengo un constante diálogo con los funcionarios vinculados a la Delegada para la Prevención de Riesgos de Violaciones de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, DIH”.

“En algunas regiones, con el SAT se denunció el riesgo por dos o más grupos armados ilegales, por ejemplo, por casos como reclutamiento forzado o por contaminación de Minas Antipersonal (MAP) y Municiones sin Explotar (MUSE). Teniendo como principales causas de sus actos violentos el narcotráfico, el control territorial, la minería ilegal y el tráfico de armamento”.

“En un recorrido por el Pacífico, un campesino de Juradó (Chocó) me hizo una petición que me alegró porque nuestros informes han servido para prevenir actos que los afectan: ‘Queremos que haya alertas tempranas para cada municipio del país. Señor Defensor, todo lo que dicen en las alertas, curiosamente ocurre’”.

“Cuando entregué mis propuestas para ser Defensor del Pueblo, prometí que iba a reforzar el SAT para que los informes de riesgo e inminencia fueran más completos y se pudiera actuar de manera rápida en la mayor cantidad de sitios del país. Y luego de cuatro años puedo decir que lo logramos”.

“Haber recorrido el país como Defensor nacional me permitió tener un diálogo, escuchar a la gente y mantener una interacción con los ciudadanos en sus propios territorios, y así, tener la confianza de las comunidades. Y como lo recalqué en un evento: La confianza institucional no solamente es una variable de la cual depende el desarrollo, sino también los derechos humanos”.

“Es muy importante el tiempo para dialogar y compartir. Como Defensor, me gusta escuchar a los colombianos y si estamos en una región lejana, con más razón hay que sentarse a hablar sin estar a las carreras, que nos tomemos el tiempo para atenderlos como corresponde, ponerse en los zapatos de las víctimas”.

“Las alertas se nutren con información que envían los defensores comunitarios, como Iván Arrieta, quien recorre la Sierra Nevada de Santa Marta y convive con los indígenas kogui y arhuacos, quienes ya lo conocen y le tienen confianza porque los escucha y está atento a saber sus problemas o los peligros que se ciernen sobre ellos”.

“La cooperación internacional ha sido fundamental para mejorar el Sistema de Alertas Tempranas, SAT. Con el fin de fortalecer el equipo en terreno, por ejemplo, se recibió la ayuda de las agencias de Naciones Unidas en Colombia: ONU Mujeres; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, con el financiamiento del Fondo Multidonante de la ONU”.