más lento
"La cuarentena cambió los planes, los hábitos y la estabilidad, y ya parecen lejanos los momentos que antes eran cotidianos: ya no se ven niños que iban a la escuela a aprender a leer y escribir o jóvenes que llenaban las aulas para ser los futuros profesionales".
“Cientos de obreros, independientes, vendedores ambulantes, empleados o profesionales, en suma, millones de personas trabajando y formándose en Colombia, tuvieron que, y valga la comparación, como si un automóvil que fuese a gran velocidad de repente dejar de avanzar por la autopista y entrar en una calle de barrio”.
“En este llamado a la protección de la vida hemos sido enfáticos para que los grupos armados ilegales cesen los ataques y hostilidades en contra de las misiones médicas y de la comunidad en general, ya bastante atribulada en medio del coronavirus y el conflicto”.
"Otro sector por el que trabajamos para que respeten sus vidas es el de los líderes sociales y defensores de derechos humanos, a quienes siguen atacando durante la pandemia".
“Nunca hay que desfallecer por sostener los mandatos de “Todo individuo tiene derecho a la vida”, que establece el tercer artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos; y de “El derecho a la vida es inviolable”, del artículo 11 de la Constitución Política de Colombia. Ni siquiera durante el confinamiento obligatorio al que debemos someternos”.
“Como los líderes sociales también están haciendo caso y no salen de sus casas por el virus, no han podido realizar su labor en defensa de los derechos humanos”.
“Ojalá nos midamos. Si va a haber ocasión de analizar y tomar decisiones importantes para mejorar nuestro planeta, que sea para que el COVID-19 nos abra a un mundo de unión y solidaridad; de derechos humanos con el respeto al otro”.
“A pesar del cambio en las circunstancias y el mundo, soy un convencido de que nosotros como Defensoría del Pueblo no podemos disminuir la velocidad en que trabajamos. Al contrario, es una de las pocas cosas que deben acelerarse”.
"El COVID-19 va a significar un cambio sustancial en la vida de los colombianos".
"Por el virus hay un reto personal también para mí, acostumbrado a las reuniones con los líderes comunitarios donde nos estrechamos las manos en saludos afectuosos, en las veredas donde nos tomamos un tinto preparado en fogón de leña”".
“Como Defensor del Pueblo trabajé por saber de viva voz los problemas de las comunidades, de cumplir con mi misión de impulsar la efectividad de los derechos humanos de los habitantes del territorio nacional y de los colombianos en el exterior”.