cumplida
“Estar en las misiones humanitarias por caminos, territorios y rutas, me permitió conocer cómo los migrantes venezolanos llegaban al país en situaciones críticas; pero sobre todo me impactó ver en sus ojos la incertidumbre. Eso me llevó a plantear el proyecto de ley para dar la nacionalidad por adopción a los hijos e hijas de extranjeros venezolanos que están en situación de inmigración irregular, nacidos en el territorio colombiano”.
“Cuando en las misiones a zonas de frontera, como en La Guajira, Arauca y Norte de Santander, hablaba con las familias venezolanas que llegaban atribuladas a nuestro territorio, veía que los niños eran los más afectados”.
“El fenómeno migratorio es un episodio que marcó mi gestión, con un efecto en la sociedad y las instituciones (en la imagen con José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch), en donde los más afectados eran las mismas familias venezolanas que por muchos años generosamente recibieron a los colombianos cuando acá se vivía una época muy difícil de la violencia”.
“El 8 de abril de 2019 se radicó el proyecto de ley para otorgar la nacionalidad por adopción a los hijos e hijas de extranjeros venezolanos que están en situación de inmigración irregular, nacidos en el territorio colombiano. Se estimaba en unos 24.000 niñas y niños los beneficiados”.
“El que las demás entidades que defienden los derechos humanos en el mundo hayan estado de acuerdo en escoger a un colombiano como presidente del GANHRI, se debe a que es muy conocida y valorada nuestra presencia en las ciudades, veredas y pueblos con los defensores comunitarios, los analistas del SAT, las duplas de las delegadas y todos los servidores de la Defensoría del Pueblo de Colombia para difundir, proteger y defender los derechos humanos de los colombianos”.
“Gracias a una labor sin descanso pude llegar a ser presidente de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (GANHRI), un honor que enalteció también a los servidores de la Defensoría del Pueblo en todo el país”.
“El martes 18 de junio del 2019 estuve en Nueva York con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, con quien hablamos del GANHRI y de las misiones humanitarias por las montañas, veredas, ríos y mares de Colombia para promocionar y defender los derechos humanos. Fue un honor regalarle el chaleco azul de la Entidad que utilicé por tres años en esos recorridos”.
“Durante la misión humanitaria para llevar a la libertad a seis personas en Chocó, miré el bello paisaje de una región tan rica en su naturaleza, la vegetación y las aves, y pensé en el contraste de estar allí para sacar a varias personas víctimas de uno de los delitos más repudiables”.
“Nos movilizamos para que la comunidad de El Paraíso tuviera agua potable y fría, como lo pidió una niña. Ver cómo aquellos niños deben beber agua insalubre, sucia y bajo ese intenso calor del desierto, obligados a hidratarse, no cuando quieren sino cuando les toca, son realidades que afligen a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad social”.
“Con la apertura de la regional Tumaco se puede llegar a poblaciones de Valle del Cauca, Chocó y Cauca, en donde hay historias de necesidades y olvido, de amenazas y silencio o de clamores sin atención”.
“La creación de las regionales de la Defensoría del Pueblo en Tumaco y Buenaventura (Pacífico), se dio para trabajar de manera cercana en la protección de poblaciones alejadas y con graves problemas sociales y de orden público”.
“Para la liberación de seis personas, fuimos en dos lanchas grandes por el río Atrato y luego por el río Neguá. El problema fue que los motores empezaron a golpear las piedras y tuvimos que bajarnos en un caserío. A Dios gracias se nos dio el primer milagro, porque llegamos a un punto donde, para nuestra fortuna, tenían diez botes pequeños con sus motores”.